Así pues se empezó a dudar del estilo que el Celta pretendía imponer y el equipo fue perdiendo poco a poco sus señas de identidad, combinando partidos horribles, sobre todo fuera de casa, con partidos ajustados, de poco juego y mucho sufrimiento, pero con un resultado positivo.
La única racha positiva del equipo, con varios triunfos consecutivos que hicieron albergar alguna pequeña posibilidad de engancharse a los puestos de arriba se truncó con un serio correctivo en Murcia, que hizo creer definitivamente al equipo que su único objetivo era salvar la categoría y no pasar apuros, y a eso se dedicaron con más pena que gloria, porque se sufrió demasiado y la afición viguesa ya no está para muchos sofocones.
Lo que definitivamente empañó la temporada fueron los enfrentamientos personales dentro de la plantilla que culminaron con la bochornosa escena entre Yoel y Trashorras en la ciudad deportiva de Villarreal y que probablemente, con la excepción de los buenos partidos en la copa del Rey, será la imagen que el Celta deje este año a los aficionados que no hayan seguido habitualmente al equipo olívico.
¿Cuál es ese claro que se ve al fondo? Sin duda alguna, la cantera. Primero porque durante esta temporada han debutado hasta doce jugadores con el primer equipo, y otros, casos de Roberto Lago, Dani Abalo o Jonathan Vila, se han asentado definitivamente dentro del equipo. Dentro de las apariciones, debemos destacar, sin duda a Túñez, que se ha mostrado como un central muy solvente y de largo recorrido dentro del equipo.
Para la próxima temporada, se pretende que hasta ocho jugadores del filial hagan la pretemporada, y algunos, caso de Toni, ya tienen ficha asegurada con el primer equipo.
Lo mejor: Durante algún tiempo se pretendió tener un estilo propio de juego, de buen juego.
Lo peor: La falta de gol, y la falta de ambición y el ambiente enrarecido por momentos.
Los mejores: Falcón, López Garai, Trashorras (Con sus intermitencias habituales, pero sus números están ahí) y Túñez.
Las decepciones: Todos los fichajes, -con la excepción de López Garai y, en menor medida Bustos y Vasco Fernandes- y Joselu, del que más que su escaso rendimiento, molestó su “aparente” falta de implicación en determinados momentos.