Después de un punto de seis posibles y sobre todo, una imagen preocupante en casa, más de un aficionado orellut se preguntará no sólo si el Castellón tiene portero, sino si cuenta con extremos, medios, delanteros… pero ahora hablaremos sólo de la portería, porque en la última derrota en casa del Vecindario (4-2), esa gran actuación del joven delantero Xisco también vino propiciada en gran medida por una desastrosa del guardameta visitante Raúl Jiménez, a quien la afición, después de los tres churros que encajo, le profiere una extraña mezcla de pena y odio.
Y de hecho el Castellón puede probar otra cosa porque tiene más porteros, dos más. Pero en cualquier caso, el míster Pepe Moré sabe que se enfrenta a un problema si sienta en el banquillo en el próximo compromiso a Raúl. El primero es que a un portero te lo «cargas» si lo llevas al banquillo después de un fallo (y él tuvo varios en Canarias); el segundo que Moré no cuenta con Carlos Sánchez, «flamante» portero formado en la cantera madridista, que el año pasado estuvo en el Almería y que trajo el director técnico Dani Barroso (ex director técnico del Alicante, donde ahora ejerce esa función Fernando Gómez Colomer, se acuerdan ¿no? Ese fino centrocampista del Valencia de los Penev, Roberto, Giner…); y el tercer problema es que el otro, Oliva (en la foto), que precisamente es en el que ahora pone sus esperanzas la afición, parece que tampoco es de la devoción del técnico.
Queda mucho para Navidad… ¿con quién va a aguantar la «tormenta» Moré?